Ostias, ¿no se fijaron? Todas las entradas corresponden a un día 14. La primera del 14 de abril, lo que no es inocente y que, por otra parte, tiene una carga simbólica bastante potente. Por el día que fue y por aquello de iniciar ese día un blog por aburrimiento. Pero vaya, ahora estaba en eso de los días 14. La segunda entrada (y la tercera, que será ésta) corresponde a otro 14, esta vez de junio, exactamente dos meses después. ¿Significa algo eso? A mí, sinceramente, me da un poco igual. Total, esto va de discursos autorreferenciales, de escucharse uno a sí mismo para no sé qué hacer. Bueno, supongo que para ahorrarse los cuartos en terapias de grupo, libros de autoayuda o quien sabe qué otras horribles experiencias al uso. Bueno, que yo me iba. Hasta más ver...
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