"desea el hombre una cosa, le parece un mundo,
luego que lo consigue, tan sólo es humo"

miércoles, 14 de abril de 2010

consejos de lectura

Más que consejos, lo que sigue son advertencias, ciertas precauciones que quisiera compartir con aquellos que topen con este blog. Lo cierto es que debo reconocer mi ignorancia con respecto a la ofimática más elemental. Fíjense que he tenido que consultar la palabreja en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española -no tengo a mano el teléfono de ninguno de sus miembros; fui atacado en plena calle y no pude salvar mi móvil aunque sí mi dignidad personal de consumidor al hacerme con otro aparato táctil de última generación, por aquello de aparentar- y aún así no las tengo todas conmigo. Me refiero a la adecuación del concepto para lo que en estos instantes estoy haciendo. Por lo demás, éste es un acto consecuencia del más puro y absoluto aburrimiento. Sinceramente, no tenía nada que hacer o, mejor dicho, no tenía ningunas ganas de pensar en hacer algo que me hiciera superar el tedio o el fastidio de iniciar algo que sabía perfectamente que no acabaría. Por lo demás tampoco tengo ningún interés en contarles nada de mi vida privada y cotidiana, ni siquiera de mis pensamientos más íntimos o mis perversiones sexuales, intelectuales o políticas. Lo cierto es que sí voy a hacerlo: unos treinta minutos antes de iniciar esta inesperada incursión en internet estaba cerrando la última página de Plataforma, de Michel Houellebecq, y supongo que la doble sensación de satisfacción y horror por este buen libro me han llevado a tal locura. Nada más, mi cabeza y mis sentidos perciben algo que hacer. Otra vez será, otro día continuaré