Que sí, que estoy allí, que me acerco a la Plaza y la tomo con ellos. Que sí, que el domingo estuve también, en eso que decían que era una manifestación y más me pareció una rúa de fiesta mayor. Que sí, que llegué a la Ciutadella y me (re)indigné. Me (re)indigné porque resulta que ya lo estaba, que ya llevo un tiempito con esto dentro, con la rabia dentro, saliendo a ratitos, a borbotones. Que resulta que me volví a indignar porque parece que no se podía ir hacia el Parlament a expresar esa rabia porque éramos unos alborotadores, porque íbamos a romper la mani, un poco como ciertos militantes de CCOO que se pusieron un poquito tensos el día anterior, en la mani del 14. Que tienen miedo al desborde, que tienen miedo de salirse de la legalidad, que piden..., que piden qué?
Y a río revuelto, todo son pescadores.
Lo reconozco, tengo emociones y sensaciones encontradas; tengo críticas y dudas, muchas. Pero volveré a ir, volveré a acercarme, a hablar con mi gente, a pensar con ella, a ver qué podemos hacer, a ver qué sale de todo esto. Y mi gente es la que conozco, con la que comparto y he compartido proyectos, luchas, asambleas y abrazos, muchas cosas, quizá pequeñas, no sé si grandes. Y los de la plaza también son mi gente pero hay momentos, algunos, que no los siento así, porque no puedo sentir míos según que discursos, según que palabras, según que formas. Y quizá llegue y me emocione. Un poquito, mucho, qué se yo. O puede que me vaya sulfurado, algo nervioso y tensionado. Porque se escuchan muchas cosas, se ven muchas cosas. Se ve mucha gente. Y somos muchos los que estamos allí porque queremos que pase algo, porque esperábamos que pasara algo. No sé si esto será el principio de algo, quizá todo son principios. Por ahora es todo muy expresivo, muy 2.0; qué, me hago un twitter?